Nuestra historia se remonta en tiempos de pandemia. Si eres de las personas que la vivió en sus inicios en España, sabes de lo que te  hablamos. ¿Recuerdas las famosas (y múltiples) «fases de desescalada» que vivimos en junio de 2020? ¿Recuerdas las ganas que tenías de hacer planes, de poder salir a la calle, de volver a sentirte libre y de poder viajar? Pues, eso fue lo que nos unió, nuestro espíritu wanderlust. Durante el Puente de San Juan, en Cataluña se permitió que los catalanes saliesen fuera de su comunidad autónoma.  Fue en ese momento cuando Mónica, junto a una de sus mejores amigas, quería desconectar para volver a conectar. Y… ¿Qué mejor que salir de Barcelona centro e ir a hacer surf (una de sus recientes aficiones pre-pandemia) al norte de España? A su vez y en otro lugar, desde Vilafranca del Penedès, Martí junto a uno de sus mejores amigos, decidió aventurarse en un surf-camp. Junto a otro par de barceloneses, coincidimos como únicos y primeros clientes post-covid en la misma surf-house y los seis empezamos una amistad que a día de hoy permanece viva. Pero, además de surf, fiesta y nuevas amistades, surgió el amor entre nosotros el 25 de junio de 2020. Y, así fue cómo nuestros caminos se cruzaron sumando casualidades y causalidades en Zarautz, País Vasco.

Unos meses después, cuando nosotros ya oficializamos nuestra relación, Mónica presentó a Martí una de sus mejores amigas; ese fin de semana todo lo cambió. Desde hacía años, Mónica rondaba con varias ideas por la cabeza, que no veían la luz más allá del papel. Algunos de sus pensamientos eran contrarios, otros complementarios; en resumen tenía un pitote que no sabía ni ella misma lo que quería. Desde comprarse un piso en Barcelona a ser enfermera en el extranjero; desde estudiar la especialidad de obstetricia y ginecología (matrona) o Wedding Planner & Designer a escribir un libro de prosa poética; e incluso desde hacer un voluntariado en una ONG o fundación durante unas semanas a viajar por el mundo durante un año. Era terrible lo de esta chica. Y, justo ese domingo después de una buena comida y charla filosófica, Mónica empezó a priorizar y ordenar su pequeño gran caos por ahí arriba, situando su sueño de ser matrona en el top 1 de la “To Do List”. Y así fue cómo empezó nuestra aventura de vivir en Budapest. Si quieres saber más sobre cómo ser matrona en Budapest, España, Reino Unido o Portugal; haz click aquí.